Cuarto domingo de pascua Ciclo C
PRIMERA LECTURA
Hechos de los apóstoles, 13, 43-52
Mis ovejas escuchan mi voz y yo las
conozco
Pablo
y Bernabé viajan desde Perge
a Antioquia de Pisidia.
El
sábado entran en la sinagoga y se sientan.
Muchos
judíos y también paganos convertidos escuchan a Pablo y Bernabé y se van con
ellos para seguir hablando.
Pablo
y Bernabé les animan a ser fieles a la gracia de Dios.
El
sábado siguiente casi toda la ciudad va
a la sinagoga para escuchar la Palabra de Dios.
Al
ver tanta gente a los judíos las da envidia y responden con insultos a la
predicación de Pablo.
Entonces
Pablo y Bernabé hablan claro y dicen:
-Nosotros
debemos anunciar la Palabra de Dios, primero a vosotros.
Pero
vosotros la habéis rechazado y no queréis la vida eterna.
Así
pues, ahora nos dirigimos a los gentiles.
Así
lo dice la Escritura: “Yo te hago luz de los gentiles para que Tú seas mi
salvación hasta el fin de la tierra”.
Cuando
los gentiles oyen esto se alegran mucho y alaban la Palabra del Señor.
Todas
las personas destinadas a la vida eterna, creen la predicación de Pablo.
La
Palabra de Dios se extiende por toda la región.
Los
judíos animan a las señoras importantes y a los jefes de la ciudad para
perseguir y expulsar a Pablo y Bernabé.
Ellos
son expulsados del territorio.
Pablo
y Bernabé sacuden el polvo de sus sandalias como señal de protesta contra la
ciudad de Iconio.
Los
discípulos quedan llenos de alegría y del Espíritu Santo.
palabra de Dios
SEGUNDA LECTURAS
Apocalipsis, 7, 9-17
Yo,
Juan, he visto una multitud tan grande que no se puede contar, de toda nación,
razas, pueblos y lenguas, de pie, delante del trono y del Cordero, vestidos con
vestiduras blancas y con palmas en las manos.
Un
anciano me dijo: - “Estos son los que vienen de la gran tribulación, ellos han
lavado y blanqueado sus vestidos en la sangre del Cordero. Por eso, están
delante de trono de Dios, y le dan culto día y noche en su Templo.
El
que se sienta en el trono (Dios) acampará entre ellos.
Ellos
no pasaran hambre ni sed. No les hará dañó el sol ni el calor (como Israel en el desierto).
El
Cordero que está delante del trono será su Pastor. Él los llevará hacia fuentes
de aguas vivas.
Allí,
Dios secará las lagrimas de sus ojos”.
palabra de Dios
EVANGELIO
Evangelio según San Juan, 10, 27
Mis
ovejas escuchan mi voz y yo las conozco
y ellas me siguen, y yo les doy vida eterna; no morirán para siempre y
nadie las robará de mis manos.
Mi
Padre me las ha dado y nadie puede robarlas de las manos de mi Padre.
Yo
y el Padre somos Uno.
palabra de Señor
Todas
las personas destinadas a la vida eterna, creen la predicación
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